domingo, mayo 22, 2011
Nocturno
Te gritaba como todas las noches, a la misma hora. Esperaba respuestas, necesitaba que me escucharas. Aparentas no saber nada; fingir es tu forma de matarme de angustia. Y parece que, en efecto, no ha sucedido nada: de nuevo te escondes y yo trato de luchar contra ti. Como todos los días, me enfrento a tu maldito deseo, a la desdichada tentación que me provocas. Disimulas, pasas desapercibido, apenas veo tus ojos profundos detrás de la luna lejana; la sombra de tus cabellos pretende esconderse en el gato que maulla en la azotea contigua y no deja de mirarme, ¿acaso le hice algo? ¡Sólo le pido que me deje dormir! Ya hay suficientes fantasmas rondando mi cabeza. En esta noche de recuerdos, el otoño traerá arrastrando consigo las últimas hojas en las que escribí los secretos más elocuentes, fascinantes y excitantes que pudimos inventar. Al amanecer abriré la ventana y dejaré escapar las fantasías, para que el viento las lleve hasta ti; no será necesario contártelas al oído. Sé que amenazarás con regresar, despertando de este sueño.
martes, mayo 17, 2011
miércoles, mayo 11, 2011
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