Debo decir que todo comenzó con una serie de sucesos extraños: la desaparición de un calcetín, quedando únicamente su par; mi pluma favorita se perdía sin razón, pero al paso de unos días regresaba a su lugar. En el trabajo no encontraba mi bata en el estante, del que solo yo tenía llave; los anillos de matrimonio recién reemplazados, también decidieron rodar por su cuenta.
Ahora debo andar por ahí.
Foto: Diana RHM "La pluma Diana 2.0"