domingo, marzo 28, 2010

I

Ellos le reclamaban por su ausentismo, fue un exilio que duró unas horas pero causó desconcierto entre los presentes.
Fue un momento difícil, cruel e inhumano haberla dejado varada en aquel lugar, con el rostro desencajado, la mirada perdida y lágrimas en los ojos.
-Nos veremos pronto, te lo juro! dijo él, ante el sufrimiento de su amada.
Y entonces, cuál será el momento indicado para amar a alguien, si las condiciones te impiden compartir una vida con ese alguien?
Ella caminaba entre la multitud intentando vaciar su dolor, ojalá tuviera una vasija para guardar su llanto.

1 comentario:

josé manuel ortiz soto dijo...

Lala, la frase "Ella caminaba entre la multitud intentando vaciar su dolor", se me hace excelente. Saludos.