Si pudiera dar la vuelta al tiempo, lo haría para llevarte conmigo. La espera acabaría en el momento que yo te leyera fragmentos de un libro escrito para mí. Pero el tiempo es subjetivo: cuando conversamos el reloj deja de preocuparme, sólo quiero que un minuto dure muchos años.
1 comentario:
Esos relojes que se manejan al antojo siempre darán pauta para muchas historias.
Saludos.
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