Amante perfecto de tardes lluviosas, despacio te deslizas por los ríos de mi cuerpo. Prisionero incansable de la telaraña de mi sexo, también eres poeta al endulzar mi vientre con tu voz y tus palabras. Ausente estoy en el éxtasis de tu mirada, si cada rincón de mí vibra al compás de tus dedos en mis muslos, sumisos a la fuerza oscura que llegó a poseerme.
2 comentarios:
Bellísima prosa poética Diana. Pues esta Sirena Varada guarda palabras preciosas.
Gracias por acercarme este enlace.
Un beso.
Me gusta esta prosa poerótica.
Un abrazo.
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