Descubrí que mi mujer era bruja cuando, por accidente, escuché una conversación telefónica con su mejor amiga: "Escribe su nombre en un papel con tinta roja, dóblalo simétricamente e introdúcelo en un vaso con agua; luego lo metes al congelador. En cuestión de días verás los resultados".
Pasaba el tiempo y no sabía cómo afrontar la realidad con mi esposa. Dispuesto a hablar con ella, me rodeó con sus brazos por el cuello y tiernamente comentó: Pronosticaron la entrada de un frente frío para hoy, deberías tomar tus precauciones al salir de casa.
Imagen: tomada de la red.